miércoles, 17 de junio de 2009

Museo Cementerio Presbítero Matías Maestro

El Cementerio General de Lima se construyó en el año de 1807, a extramuros de la ciudad, al Este de Lima y sobre la chacra de Santa Ana. La puerta 4, que da acceso al antiguo panteón, se encuentra en la cuadra 17 del jirón Áncash en los Barrios Altos. Esta antigua calle que fue tendida por el conquistador Francisco Pizarro cuando fundó la ciudad, el 18 de enero de 1535, tiene su punto de origen en el Jirón de la Unión en plena intersección con el Puente de Piedra. A lo largo de su recorrido se encuentran también la Estación de Desamparados, la puerta posterior de Palacio de Gobierno, la Casa de las 13 puertas, el Convento y Basílica de San Francisco, la Escuela de Bellas Artes de Lima, la Iglesia de las Trinitarias, el convento de San Camilo, la Iglesia de Santa Clara, el Instituto de Neuropatología, y el Cementerio El Ángel. Actualmente termina su recorrido en la Avenida Riva Agüero, pero antes de ser derruída la Muralla de Lima terminaba en la Portada de Maravillas.

La ubicación del campo santo fue determinada por la implementación de las ideas higienistas de la Ilustración borbónica promovidas por Hipólito Unánue. La discusión de dichas ideas tuvo como detonante el terremoto de 1746 que diezmo al diez por ciento de la población y se reavivó a inicios del siglo XVIII ante la necesidad de contar con un nuevo espacio para los difuntos que trajo consigo la peste de viruela de 1801.

El antiguo panteón edificado bajo la dirección del arquitecto, escultor y pintor, Matías Maestro, fue inaugurado el 31 de mayo de 1808 por el Virrey José Fernando de Abascal, en contra de la oposición de gran parte de la población que acostumbraba enterrar a los difuntos en los cementerios de las iglesias, más conocidos comoÅgcatacumbas”.

El cementerio era una representación de la ciudad en pequeño. Las calles y los cuartes reproducían la organización Lima y mostraban, además, de la condición social de sus habitantes, pues, la meta de los nuevos ricos no era solo brillar en vida, sino pasar a la posteridad a través de la belleza de las esculturas. Materiales como el mármol, fierro, bronce, piedra y brocados fueron utilizados para hacer este campo santo en los que descansan los restos de héroes, presidentes, pensadores y poetas. El muro es de ladrillo y cal. El entrepiso de cemento y arena. El cerco es de fierro y el acabado del muro externo es de cal y arena. Para dar acceso al Cementerio se remozó también la Portada de Maravillas, antiguo nombre de la calle que conducía a la Iglesia de Santo Cristo, ubicada en la Plaza las Maravillas en Barrios Altos.

El ingreso era a través de una amplia calle de cipreses que iba hasta el atrio de la capilla del panteón; ésta era de estilo neoclásico con columnas jónicas de mármol blanco, la cúpula estaba revestida con cornisas y tenía ocho ventanas adornadas. En su interior se esculpió un soberbio altar de mármol que ocupó el centro de la capilla. Las pinturas de la bóveda y cúpula las realizó el pintor José del Pozo bajo la dirección del Presbítero Matías Maestro.

Fue el general José de San Martín, quien el 25 de octubre de 1821, estableció la prohibición de los entierros fueran en las Iglesias, y es a partir de esa fecha que nuestro Cementerio ingresa a nueva etapa de su desarrollo.

Años después, en 1847, en el gobierno del Mariscal Ramón Castilla, se autorizó la construcción de mausoleos; ingresando de esta manera el arte monumental al Cementerio. Esto fue posible gracias al auge económico que vivió nuestro país por la extracción del guano y del salitre. En aquella época todos querían inmortalizar a sus seres queridos y qué mejor que tenerlos representados por una obra de arte. Es así que el camposanto se ve poblado por bellas esculturas y mausoleos traídos de Europa; entre las que destacan las que procedían de Italia, Francia e Inglaterra. De esta manera, se impuso el mármol en las lápidas y es así como se empieza a gestar uno de los más bellos cementerios de América.

En diciembre de 1906, el gobierno de Don José Pardo y Barreda dispuso la suma de ocho mil libras, del presupuesto general de la República para erigir en el Cementerio General “una capilla fúnebre” para depositar en ella los restos de los defensores de la Patria en la guerra de 1879. Así mismo, el 22 de agosto de 1908 se determinó que quienes se distinguieron en dicha contienda y cuyos restos no habían sido encontrados, figurarían nominalmente en placas murales dentro de la cripta, incluyendo los de quienes ya reposaban en mausoleos propios. La Cripta de los Héroes fue inaugurada el 8 de setiembre de 1908.

Posteriormente el Cementerio se amplió hacia el otrora Fundo o Pepinal de Ansieta, hoy conocido como Ansieta Baja. Actualmente se encuentra seccionado por la Avenida Plácido Jiménez, que determina el límite entre Barrios Altos y El Cercado de Lima. Su fachada se extiende por las cuadras 16, 17 y 18 del Jr. Ancash (Antes, calle Cementerio) en el distrito de Barrios Altos, de El Cercado de Lima.

Al ingresar por la Puerta cuatro del Museo Presbítero todavía se puede apreciar el monumento del Cristo Yacente, aunque en muy mal estado de conservación, debido a que la capilla octogonal que lo protegía fue derruída, dejándolo expuesto a la luz y la intemperie. Pero, podemos apreciar la capilla en grabados de la época.

Se ha realizado el análisis de un limitado número de “departamentos”, nombre dado a cada conjunto de nichos o modo de “columbarios romanos”, en la zona más antigua del camposanto, a la altura de la puerta cuatro. Un total cercano al millar de lápidas, representa menos del veinte por ciento del total de los nichos de este sector. Los trabajos ornamentales de las losas de bocas de bóvedas permiten inferir la enorme información contenida en estos componentes del Presbítero. Asombra la riqueza iconológica y descriptiva, muy superior en cantidad y originalidad a la que presentan los venerables y opulentos mausoleos de los patios, buena parte de ellos de factura europea. Estos constituyen un tesoro único para entender la idiosincrasia de la Lima republicana, el cual ha esperado más de siglo y medio para comenzar a ser interpretado y valorado.

El cementerio recibió la denominación de Museo Cementerio Presbítero Maestro, por acuerdo de Directorio de la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana del 9 de junio de 1999, a iniciativa del Consejo Internacional de Museos (ICOM - PERU) en coordinación con el Instituto Nacional de Cultura, con la finalidad de salvaguardar el patrimonio histórico y artístico que allí se conserva. Desde entonces, han surgido multiples inciativas para la recuperación y puesta en valor de su patrimonio.

Actualmente la Beneficiencia Pública de Lima ofrece visitas nocturnas guiadas dos veces al mes. Estas han sido denominadas “Noches de Luna Llena”, consistentes en un recorrido donde se narra la historia de los ilustres personajes que se encuentran enterrados allí.


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2 comentarios:

  1. mi antepasado manuel castellanos fallecio el 24 de abril de 1885 fue enterrado en el cementerio presbitero maestro pero ignoro en que pabellon y nicho abra sido puesto., tambien ignoro su apellido materno si alguien sabe algo por favor comuniquese conmigo a mi email: numida2008@hotmail.com

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  2. LA PORTADA DE LAS MARAVILLAS ... la ilustración de dicha portada, cuyo origen traté de investigar aparace en la cubierta del libro "El Imperio Prado". Por lo leído, entiendo que la Portada de Las Maravillas estaba para el lado de Ansieta y no para el lado que conectaba con El Callao.

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